El 19 de julio de 1808 tuvo lugar en Bailén una de las
batallas más legendarias de nuestra Historia. Aquella
épica y tal vez inesperada victoria para las armas
españolas tuvo entre sus consecuencias la rendición de
casi veinte mil soldados napoleónicos que pasaron a
ser prisioneros de España. Muchos de ellos terminaron
en la isla desierta de Cabrera donde padecieron un
terrible cautiverio del que los supervivientes dieron
buena cuenta en sus memorias, escribiendo así una
nueva leyenda negra para la Historia de España