La vida de Zaza ya no es como antes. Tiene que esperar para que la cojan en brazos, para que jueguen con ella, para que le lean un cuento... Y todo porque ha tenido un hermanito que ocupa demasiada atención de su mamá y su papá.
De pronto, su mamá encuentra el truco perfecto para que Zaza se distraiga y empiece a querer a su hermano. De este modo, Zaza descubre que en el corazón de sus padres puede haber sitio para los dos.