Hay hogares que se quedan sin paz, y sin paz no se vive bien. Hay que buscar soluciones y no siempre son idílicas
A veces papá y mamá no deben seguir viviendo juntos y ni ellos mismos se dan cuenta: hay que hacérselo saber, y también hay que recordarles que solo cambia la situación, pero no el cariño, que sigue siendo inmenso.