Con una fórmula plástica innovadora, de fuertes contrastes y alegres personajes, el autor y el ilustrador nos cuentan en este álbum ilustrado todas las funciones que un loro puede desempeñar en una granja. Si lo tenemos bien educado podrá sustituir a las gallinas, o despertar a todo el recinto cuando salga el sol, si el gallo está ronco. El dueño de esta granja lo tiene clarísimo: un loro es algo imprescindible, si se quiere llevar bien la explotación. Claro que, teniendo en cuenta su antiguo oficio, es fácil entender tanto empeño...