Rescatando a una de las más interesantes e injustamente olvidadas figuras de la lucha antinapoleónica, Ignacio Merino nos ofrece una atractiva novela histórica. El Empecinado se convirtió en símbolo de la lucha contra el ejército de Napoleón gracias a su extraordinaria capacidad de combate, su integridad y la fidelidad a sus ideales de igualdad, justicia y libertad. La invasión francesa en 1808 lo convirtió en guerrillero, ganándose el respeto de unos y el temor de otros.