La sociedad como ámbito de peligro e inseguridad, de sospecha global, ha desalojado a la comunidad como ámbito de cercanÃa, relaciones contractuales societarias, "frÃas" e impersonales, han desplazado a las relaciones "cálidas", familiares o más personales. El mundo actual-no sólo en el occidental- está dominado por la impersonal y capitalizada cultura tecnológica y de consumo de masas: la solidaridad tiene pocas posibilidades de brotar y echar raÃces. Las relaciones destacan sobre todo por su fragilidad y superficialidad. Se ha propagado gradualmente un nuevo individualismo, en el que el debilitamiento de los vÃnculos humanos y el languidecimiento de la solidaridad son consecuencia de impulsar una Globalización negativa unilateral. Frente a eses modelo el nuevo orden global, como sugiere la profesora Saskia Sassen, no debe desvincularse de lo local. Muy al contrario, lo global se visualiza en realidades locales, y el necesario cambio social de Cuenca debe emplazar aquà su sólido encaramiento....