Ocasos, recoge esos fragmentos del mundo que se pierden en la totalidad, que mueren a cada instante, que solo la escritura puede salvarlos de su extinción. Es esta extinción la misma que nos atormenta a todos ante un fin inexorable. Dejando al margen el pesimismo que invade la existencia, la poesía surge como una posibilidad de lucha contra la realidad que lo devora todo y consigue convertir lo prosaico en obra de arte provocando una victoria que perdure más de allá de se propio presente.