¿Es posible imaginar un mundo en el que el amor y el sexo ya no existen? ¿Una sociedad que ha decidido eliminar el deseo y el enamoramiento? Este es el impactante punto de partida de una novela que, paradójicamente, es una maravillosa historia de amor.
A pesar de lo que pueda parecer, no se trata de una mera distopía futurista: la novela explora la naturaleza de un sentimiento universal como es el amor: ¿Cuánto tiene de química?, ¿qué se esconde detrás del enamoramiento o del romanticismo?, ¿cuál es la relación entre el sexo y el amor?
Una prosa amena, unos diálogos ágiles que recuerdan a los de los personajes de Murakami, una lectura que en algunos momentos rememora la pesimista visión de Un mundo feliz.