Este libro de Heberto de Sysmo es una crónica de su relación amorosa con el lenguaje. Libro de amor al lenguaje, a su aventura radical y lúcida, escrito por un poeta que ama la palabra por encima de todo. No puedo decir que comparta yo esa fe, pues creo que el espíritu ha de prevalecer sobre el lenguaje. Pero sí puedo decir que sé que el lenguaje es esencial en poesía y eso es lo que viene a demostrar este libro valiente y entregado. En pocos poetas jóvenes hallamos tanta conciencia del radical valor del lenguaje y su espiral absorbente. Cancionero verbal, este poemario recorre los laberintos lingüísticos para desembocar en una concepción unitaria y total del hecho poético. Lenguaje, sí, pero también amor. También soledad y desvalimiento. Y fe que flaquea a veces, para resurgir fortalecida en los blancos definitivos del sol negro que vio Nerval, sol negro del lenguaje a solas, amado y deseado por un poeta como el dios fue amado y deseado por el Andaluz Universal. Este poeta valenciano, en la estela de Siles y otros novísimos, ama el lenguaje porque sabe que en él, como quiso Heidegger, está la casa abierta y deseante del Ser. Pero esperemos también el soplido del Ser, el paso crepitante del Ser sobre los tejados del lenguaje.
Redención en la noche del verbo, estos poemas apuntan a una esperanza: ser es ser en el lenguaje, sí, pero la poesía vendrá a dotar de sentido y unidad a todo lo que es ceniza de lo dicho. Bienvenido, lector, a esta celebración del lenguaje como aventura.
José Luis Rey.
