La bora, el viento que azota Trieste en ciertas epocas del año, es un aire apasionado que dura poco pero dobla el cuerpo y muda el animo. Salvador y Edita se conocieron en esta ciudad un dia de primavera de 1920. Soplaba el viento, y todo cambio. Ella habia nacido en Liubliana y el en Barcelona, y los dos rondaban los veint e años, una edad esplendida para permitirse cualquier locura, pero Edita, hermosa y discreta, estaba casada y tenia una hija. Salvador solo tenia su trabajo en el taller de un gran escultor y ganas de ser por fin un hombre y pisar fuerte en la vida.Luego, en Barcelona, casi a finales de los años setenta...Un hombre ya mayor y viudo que busca ayuda para volver a Trieste y a todos los lugares donde un dia creyo ser feliz, y una chica, Marina, que va a ir con el para buscar un futuro. Y entre Salvador y Marina, de repente, casi sin avisar, los recuerdos: un parque a orillas del mar, las sabanas revueltas de un amor a media tarde, un anden, una niña que se aleja, y una esplendida tabla renacentista con una Virgen que mira y duda.Con esas voces que se cruzan en el tiempo y en el espacio, Marian Izaguirre ha escrito una novela donde la culpa y el perdon juegan el mejor de los partidos y cada paso importa.