María es un niña que vivía feliz excepto cuando se iba a dormir, porque unos monstruos aparecían cada noche a molestarla. Que si le cogían de la nariz, que si le estiraban del pelo... ¡Incluso había uno que le sacaba la lengua y se ponía bizco! Así que para que la dejaran en paz, María bajó la luna del cielo y la metió en su habitación, para que su luz alejara a los monstruos. Lo que María no sabía es que al hacer eso provocaría el caos total en la ciudad, porque todos los gatos estaban a oscuras y no podían ver nada. Y como los gatos empezaron a tropezar con todo y a hacerse daño, ¡las ratas tomaron la ciudad! Hay que hacer algo para solucionar este lío...