Estados Unidos tiene enemigos, y algunos de ellos son extremadamente peligrosos. En esos casos, el gobierno recurre a Will Robie, un sicario que nunca hace preguntas y siempre atrapa a su presa. Sin embargo, quizá Robie acaba de cometer el primer y último error de su carrera. Ha sido enviado a eliminar a una persona en Washington, pero en la misión hay algo que no encaja, y él hace algo impensable: se niega a matar. A partir de ese momento, Robie se convierte en el blanco y debe escapar de su propia gente. En su huida, se cruza con una adolescente que ha huido de un hogar de acogida.
Pero no es un fugitiva cualquiera: sus padres han sido
asesinados y ella misma corre peligro de muerte. Contraviniendo sus propias reglas, Robie decide salir de las sombras para salvar la vida de la muchacha... y tal vez la suya propia.