Érase una vez un lobo tan vago que, por no esforzarse, no comía más que sopas de arroz. Un día se miró en el espejo y, al verse tan flaco, decidió convertirse en un lobo feroz...En las primeras recopilaciones de cuentos rusos aparecieron numerosos relatos de animales, que se remontan a la época en que la principal subsistencia del hombre era la caza. Mientras los hombres cazaban, las mujeres ensalzaban a los animales, hablando de sus habilidades y astucia en la lucha con los más fuertes.