Pocas obras se han escrito en el ámbito de la mitología con mayor ambición y calado que "Las Máscaras de Dios". En este cuarto y último volumen Campbell desarrolla su idea de la mitología creativa, en el sentido shakespeariano del término, es decir, como espejo para mostrar a la virtud y al vicio su verdadero aspecto, y a las generaciones de cada siglo su auténtica forma y fisonomía.