Laura no olvidaría nunca los días pasados en Verdeluna, en los que despertó al amor, a los sentimientos contradictorios y a la hermosa sensación de la vida como aventura..
En Verdeluna había un misterio. Verdeluna era una enorme finca de campo donde vivía Laura con su padre, el administrador. Laura tenía doce años y era esbelta como los juncos. Una mañana, jugando por los jardines y entre las fuentes, llegó hasta la mansión señorial, habitualmente deshabitada, que se erguía en medio de la finca. Uno de los ventanales se había abierto y a través de los visillos se podía ver una figura que se movía.
Dolores C. Puche es diplomada en Estética y escritora de poesía y relatos infantiles. En esta colección, ha publicado El monte prohibido y El secreto de la arquilla.
