En el verano de 1.981 unos chicos encuentran a un cachorro de león blanco en un pinar y deciden cuidarlo. Posteriormente se enteran de que unos traficantes de animales le capturaron en Sudáfrica y que se les escapó. Un tiempo después los chicos acuden a embajada de Sudáfrica y allí le entregan el cachorro al embajador. Al año siguiente estos chicos y sus padres viajan a Sudáfrica, invitados por el embajador, para ver al leoncito blanco que cuidaron en el verano anterior. Posteriormente uno de ellos escribe un libro sobre aquello y se lo regala al resto de sus amigos.