Pensar en África probablemente suponga pensar en Kenia: una acacia solitaria con la sabana de fondo, la montaña nevada a la vista de desiertos hostiles, el exuberante litoral del océano Índico, el Gran Valle del Rift y los densos bosques. Masáis, samburus, turkanas, suajilis, kikuyus llenan el paisaje del país y añaden profundidad y resonancia a la ancestral historia de Kenia. Además, esta es la tierra de la Masai Mara, de ñus y cebras que migran, de especies en peligro de extinción, de las familias de elefantes del Amboseli a la sombra del monte Kilimanjaro y de millones de flamencos rosas. Kenia es el sitio perfecto para responder a la llamada de la naturaleza. En otras palabras: quien busque hacer una visita que marque la diferencia ha acudido al lugar correcto.
