Joel, Miqueas y Habacuc - estos antiguos profetas tienen una gran relevancia para la iglesia y el mundo de principio de milenio. Los tres enfatizan la importancia vital de escuchar lo que Dios tiene que decir en tiempos de desastre, desobediencia y destruccion. Joel, frente a la desolacion del desastre nacional, anticipa un futuro derramamiento del Espiritu de Dios. Miqueas declara que el castigo de Dios por la maldad es cierto y completo, pero que va a preservar un remanente fiel. Frente a la inminente destruccion de la ciudad, la tierra y el pueblo, Habacuc esta seguro de que los propositos ocultos de Dios se estan cumpliendo.
Los profetas se presentaron delante del pueblo aplicando de forma poderosa el mensaje de parte de Dios. David Prior cree que, como ellos, la Iglesia de hoy debe llevar sus valores a todas las areas de la sociedad, y no a la inversa. Esa es la unica postura que traera esperanza en lugar de desesperacion a una sociedad que esta bajo el juicio de Dios.