Los poemas de este libro tratan de su concepción de la poesía (el autor rechaza la reflexión hueca y el adoctrinamiento), del paso del tiempo (como ineludible vista atrás) o de él mismo (en relación con su identidad no solo sexual). Y lo hace siempre con la realidad como punto de partida o de llegada y con múltiples referencias culturales (Carnero, Baudelaire, Banksy, Miguel Hernández, Fernández Mallo
), que hacen que la intertextualidad sea una de sus señas de identidad. Por ello, resulta esencial atender a las citas y a las notas a pie de página, pues sitúan los poemas en esas realidades, los contextualiza.
Este poemario contiene todo lo que se espera de un buen libro de poesía: originalidad, introspección, reflexión a partir de la actualidad y dominio tanto del lenguaje como de la técnica. Y, como la mejor Literatura, nos invita a la lectura pausada que se convierte en lectura gozosa.
Juan A. Olmedo.