Esther Ginés aborda en Hacia la distancia calma algunos de los temas recurrentes en su narrativa: el peso de lo no dicho, el duelo tras la pérdida y el modo en que nos hieren los sentimientos que tratamos de ocultar a los demás. Con una prosa intimista, la autora se adentra en el terreno de los siempre complejos lazos familiares para firmar una historia con toques de thriller.
¿Hasta qué punto conocemos a nuestros seres amados? ¿Por qué nos ponemos máscaras para refugiarnos de los demás? ¿Cuántas formas hay de sobrellevar un duelo? Hacia la distancia calma nos presenta a Martín y Matías, dos gemelos idénticos que siempre han estado muy unidos. La obra arranca con el suicidio de Marías, en la treintena y sin aparentes problemas personales. En medio del dolor, de la incomprensión y de su incapacidad para asumirlo, Martín decide rebuscar entre los papeles de su hermano con la esperanza de hallar algo que arroje cierta luz sobre sus últimos meses de vida. Convertido casi en un detective y guiado por el libro de cabecera de su gemelo, El extranjero, de Albert Camus, Martín empezará a descubrir que había demasiadas cosas que ignoraba de la persona a la que tan bien creía conocer.
¿Quién es M.? ¿Por qué se citaba con esa persona en un edificio medio abandonado en el corazón del barrio de Chamberí?
'Hacia la distancia calma' es una reflexión sobre la identidad y cómo esta marca nuestros pasos en la vida; sobre las máscaras con las que a veces pretendemos ser quienes no somos y sobre cómo nunca hay una única manera de vivir un duelo.
