Es verano; en un idílico hotel de una zona costera indeterminada, dos parejas jóvenes entablan amistad de una manera casual. Según transcurren los días surge una complicidad creciente avivada por conversaciones, cenas, alcohol y algo de marihuana. Pero bajo la superficie del encuentro late una motivación oscura y calculada, un juego sádico y minucioso en el que los verdugos se obligan a respetar unas reglas estrictas que acaso concedan a las víctimas una oportunidad de escape.