Desde que era niño y perseguia ranas en el rio, Francisco Goya tuvo claro que algun dia seria pintos del rey. Aunque en la corte encontro tal follon de criados, duques, jardineros, pasteleros y princesas que a veces se preguntaba que pintaba el alli. Desde luego pinto al rey y a la reina..., pero tambien a gigantes, brujas y duendes. Hasta se hizo un sombrero con velas para poder seguir pintando al llegar la noche, cuando todo estaba oscuro y solo brillaban sus cuadros.