Es frecuente en los últimos tiempos caracterizar a una determinada época histórica como ?un período de luces y sombras?, pero a menudo se acaba señalando sólo las luces y dejando en sombra a las propias sombras. Tal sucede con el Siglo de Oro español, que brilla con luz propia, pero también tiene aspectos oscuros, cuyo conocimiento nos ilustra sobre los comportamientos humanos tanto como las luces.