Toby Fleishman creyó saber qué podía esperar cuando él y su mujer, con quien ha estado casado durante casi quince años, se separan: fines de semana y vacaciones alternadas con los niños, alguna amarguraresidual, algún momento de tensión esporádico para negociar la crianza compartida de sus hijos. Pero no podía predecir que un día, en elmedio de su emancipación sexual recién adquirida, Rachel dejaría a sus dos hijos en su casa y no volvería más. Toby se había esforzado tanto por encontrar un equilibrio en su vida de soltero. Los vientos de suoptimismo, largamente inactivos, recién se habían puesto en marcha. Yahora esto.
Mientras Toby intenta averiguar dónde fue Rachel, a la vez que hacemalabarismos con sus pacientes del hospital, sus tareas parentales que no se acaban nunca y su recientemente adquirida popularidad sexual en las apps, termina siendo la prolija narrativa del marido rechazado yla mujer excesivamente ambiciosa. Pero si Toby quiere comprender de verdad lo que le sucedió a Rachel y a su matrimonio, tendrá que aceptar que quizás no ha sido tatalmente objetivo en su análisis de los hechos.