Un pasado que no nos es lejano y la pasión por la novela de aventuras vuelven muy próximos a los protagonistas de esta narración.
Aunque en ocasiones aquello que alguien ha vivido se transforma en ficción, no es habitual que una novela de piratas sea el género escogido para abordar una narración autobiográfica. Así ocurre con esta novela. Y eso a pesar de que Juan no es ni ha sido un corsario, sino que estudia en un asqueroso colegio, ni tampoco navega por los mares del sur, sino que deambula por Málaga. En sus páginas asistimos a las impactantes aventuras narradas por Sebastián y a las protagonizadas por Juan y su hermano en un entorno opresor; y también a la expectativa que suscita en su familia la posible excarcelación del padre o el anuncio de la llegada de un trasatlántico.