El mundo de los demás conjuga con acierto los valores de los libros de viajes y de relatos, la guía turística y el apunte gastronómico. Ambientadas, por ejemplo, en la Ginebra de Borges o la Coímbra de Camões, en el Dublín de Wilde y Joyce o en el Cádiz de Fernando Quiñones, las historias de este libro homenajean a escritores universales, proponiendo un juego literario en el que el lector encontrará, sutilmente dispuestas, infinitas pistas que abordar.
Extracto del relato En Ginebra los ilustrados sueñan con ser felices
De todas las ciudades del planeta, de las diversas e íntimas patrias que un hombre va buscando y mereciendo en el decurso de los viajes, Ginebra me parece la más propicia a la felicidad. Tradujo en voz baja el texto en francés de la rectangular lápida inserta en la fachada del 26 de la Grand Rue. No olvidaba que el aserto borgiano concluía: También la del amor, la de la amistad, la de la humillación y la de la tentación del suicidio.
Bajo el aguanieve, las luces de los modestos rótulos serpenteaban sobre el primoroso empedrado. El 40 de la misma vía no podía estar demasiado lejos y hacia allí se encaminó atendiendo la numeración sobre los centenarios portones. Alcanzó a comprar el billete y ver el elegante biopic sobre Jean-Jacques Rosseau, que nació y vivió en ese edificio antes de empujar a los románticos a salir al escenario.
