Tanto Oriente como Occidente cuentan en su literatura con el género fabulístico, y de estas tradiciones procede la selección que se ha realizado para este volumen. A los mediadores les encantan las fábulas, pues la literatura infantil recupera su papel ejemplicador. Menos mal que las divertidas imágenes de Urberuaga le dan soltura y gracia a los mensajes morales.