Nos encontramos ante el testimonio sincero y angustiado de un tipo llamado Lewis Keen, un individuo insignificante que ve su monótona vida alterada por completo cuando un lluvioso y frío verano se encuentra protagonizando, no se sabe bien cómo, una extraña odisea en la que será testigo de un desfile de curiosos y variopintos personajes. La novela habla de un mundo que va muy deprisa y en el que lo cotidiano ha llegado a convertirse en algo bizarro. Sumergirse en el ecosistema vital que ha construido Eva Ortiz es un deleite para los sentidos y nos ayuda a tomar el pulso a los jóvenes valores de nuestra narrativa.