El emperador Nerón se encuentra recluido en su habitación con varias heridas. Está siendo interrogado por unos soldados que beben y se preguntan qué hacer con él. Nerón ha sido derrocado del poder y dado por muerto por sus antiguos súbditos. Diez años después y mientras otros hombres fingen ser Nerón (aquellos «falsos nerones» que aparecen en varios anales históricos de la época), Nerón vuelve a Roma en compañía de un joven esclavo llamado Marco, con el que cambiará el curso de la Historia.