Jessi es una niña que vive en un pueblo costero a orillas del Mar del Norte. Nunca llegó a conocer a su padre, Jakko, un artista circense, y su madre tampoco habla de él. No es fácil ser hija ilegítima en un pueblo pequeño, así que la niña pasa mucho tiempo jugando en la playa, donde se evade de su difícil situación. Su madre trabaja en una granja avícola y no dispone de mucho tiempo. A raíz de un extraño y misterioso descubrimiento en la playa (una piedra que luce, desprende calor y habla con la niña), se aviva el recuerdo de su padre y el dolor olvidados y experimenta un cambio que tiene que ver con su maduración y crecimiento personales.
La piedra, que se llama William, es un pirata que fue bueno y malo. Jessi lo identifica con su padre desconocido y las historias de ambos se entrelazan.
Un día, Jessi encuentra en la puerta de su casa una yegua; aparece su padre, pero ha pasado tanto tiempo que la herida no se puede cerrar. Pero a raíz de este acontecimiento, la niña toma una serie de determinaciones que guiarán su vida y desaparece el sentimiento de vacío que tenía; y la niña devuelve la piedra al mar.
Este libro fue nominado al Premio alemán de Literatura juvenil. Desde su publicación, el público ha mantenido el interés por él; prueba de ello es que continúa reeditándose (la editorial alemana Beltz & Gelberg lo ha hecho en 2011, por ejemplo).
Valor de la lectura
Un texto maravillosamente escrito, con varios niveles de lectura, todos igualmente valiosos, desde el más literal al más simbólico. Puede leerse en diferentes momentos de la vida, siendo un niño, un adolescente, un adulto
En cada momento el lector captará matices nuevos. Para los más jóvenes se tratará de una historia de tintes fantásticos con un personaje, Jessi, lleno de fuerza y complejidad.
