El pequeño conejo odia esperar cuando tiene hambre. Prefiere irse al bosque mientras llega la hora de comer. Pero allí hay otros animales buscando su almuerzo.
El pequeño conejo no es nada obediente: la impaciencia le puede cuando le entra el hambre, y su padre, el conejo grande, no le deja almorzar todavía. Lo único que sabe hacer para entretenerse es salir a dar un paseo por el bosque, mientras el tiempo pasa. Pero esta vez en el camino se encontrará a alguien que está buscando algo de comida para mediodía: el lobo. El pobre conejo se verá, de repente, esperando en el frigorífico de la familia lobo a ser engullido como almuerzo. ¿O conseguirá salvarse?