Es éste un
libro inusual, por su contenido, y porque en su elaboración han participado,
además de Byron, dos escritores de gran prestigioá: Jaime Gil de Biedma y Eduardo
Mendoza. En efecto, de la ingente correspondencia del primero, el poeta Jaime Gil de Biedma hizo una selección muy personal, que se proponía
traducir y prolongar. Su muerte, ocurrida en 1991, le impidió llevar a cabo
este proyecto, que años más tarde retomó el novelista Eduardo Mendoza. De éste es la
magnífica traducción de las cartas, así como el prólogo, que permite acometer la lectura de este excepcional y
cautivante documento con una imagen cabal de la figura de George Gordon Byron (1788-1824), el gran poeta del romanticismo
inglés, y de las circunstancias personales e históricas en que se inscribe esta
fracción de su correspondencia.
Las cartas seleccionadas
corresponden al periodo veneciano de
la vida de Byron, es decir, el que
se inicia en 1816 con la llegada del poeta a Venecia, «la isla más verd