A la gente normal le gusta vivir en un mundo normal, donde las cosas parecen estables y sólidas (sillas para sentarse, ropa para vestirse), pero J. D. Sandino, el ficticio autor de estos relatos, no es una persona normal, y en su búsqueda desesperada de Luna se adentra en las regiones donde la realidad se despoja de las apariencias y enseña sus desconcertantes caras, donde los mundos paralelos se cruzan, el tiempo es engañoso, las identidades confusas y los personajes excéntricos o marginados. Historias agridulces, emotivas, que a través de la caricatura nos desvelan un universo mucho más ancho y extraño de lo que percibimos en nuestro diminuto rincón de realidad.