En 1950, una joven llamada Coral Glynn acepta un trabajo en una casa de campo inglesa. Deberá cuidar a una anciana enferma, la señora Hart, con la que vive también su hijo Clement, un militar todavía convaleciente de las heridas sufridas durante la segunda guerra mundial. En el frío ambiente de la casa, se produce el acercamiento entre Coral y Clement: dos seres solitarios que se reconocerán mutuamente en el dolor íntimo que uno y otro esconden. Circunstancias aparentemente fortuitas el encuentro con unos niños, la desaparición de un anillo o una carta extraviada condicionarán desde el principio su relación.
Con su habitual maestría para crear ambientes y revelar los matices de sus personajes, Cameron nos guía por los sutiles recovecos sentimentales de la historia hasta un inesperado final.