Villaveza de Valverde (Zamora), 1920.
Celerina afronta su duodécimo parto con ilusiones mermadas, pues ya son cinco los frutos de su vientre que no han llegado a ver la luz del día. Hermelinda nació muerta, pero el tesón de su matrona consigue hacerla formar parte de la vida. La niña llega al entorno de la gran casa familiar cuando aún no es consciente de que la alegría y vitalidad que llena sus paredes está pronta a la extinción. Las guerras, la muerte y los matrimonios de diversa fortuna disgregarán a su extensa familia y conducirán a la pequeña a una vida marcada por los convencionalismos sociales.
Cielos de miel y barro es un ambicioso fresco histórico que cuenta con una extensa galería de personajes y profundiza en temas tan universales como el amor, la muerte, el sufrimiento o la esperanza. Es una novela íntima, que hace reflexionar al lector y ahonda en los sentimientos de los hombres.
