Sus relatos están repletos de humanidad, de ganas de destacar personajes diferentes gracias a los cuales aún podemos confiar en la humanidad, porque los protagonistas de sus historias son como pequeños y sutiles fósforos que pueden prender en cualquier corazón apagado y lograr que algún lector, siquiera uno solo en los que el desánimo haya hecho herida pueda volver a creer que el Ave Fénix de su Ser más interior puede renacer.