Si en principio con la lectura de cualquier libro de cuentos es posible convencer a los más pequeños de la casa de que es momento de irse a dormir, con el cuarto álbum escrito e ilustrado por Chris Haughton las posibilidades de éxito están garantizadas al 100%.
A partir de una experiencia vital con sus sobrinas gemelas, con Buenas noches a todos el ilustrador irlandés logra transmitir a través de imágenes un mensaje tranquilizador sobre el momento de irse a dormir que convence hasta al más reacio a sucumbir ante el sueño.
Todos los animales del bosque dan por finalizada la jornada, salvo una pequeña osa que parece conservar toda su energía. Intenta sumar adeptos a la diversión, pero ante los sucesivos bostezos de sus amigos, poco a poco se da cuenta de que realmente sólo queda una opción: ¡dormir!
Como en todas las obras de Haughton la componente visual es importantísima, pero en Buenas noches a todos es clave. El cansancio va creciendo escaladamente: empiezan a bostezar los ratones, les siguen las liebres y juntos parecen contagiar a los ciervos. ¡Hasta mamá osa decide irse a la cama! Esa progresión está apoyada por un cuidado diseño. El corte de esas primeras páginas se ha realizado para que guarde relación con el tamaño de los animales.
Las guardas son una aportación extra al libro. En ambas se puede contemplar el sistema solar. La que se muestra al abrir el álbum es el cielo nocturno del sur. Para nuestros personajes todavía es de día. La guarda de cierre informa de que se ha hecho de noche para los protagonistas de la historia y en ésta Haughton hace un guiño al lector al conectarlo con las constelaciones de la Osa Mayor y la Osa menor que coinciden con la silueta de nuestras protagonistas.
