Cuando el viejo Geppetto fabrica a Pinocho a partir de un trozo de madera, no se podía imaginar que el muñeco cobraría vida ni que correría unas aventuras increíbles. Desde el primer momento, Pinocho es travieso y mentiroso, y hace caso de las malas influencias. Por suerte, el Hada de los cabellos azules lo ayudará a convertirse en un niño de verdad.