Badbat tiene hambre, mucha hambre, ¡¿y qué mejor que mis magdalenas de arándanos de postre?! Así lo conocí una noche, en una típica cena donde te obligan a acabar toda tu verdura.
Otros libros del autor
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información